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De la multitud de documentos fascinantes incluidos en el ‘Our Americas’ Archive Partnership (una colaboración que produjo un archivo digital enfocado en las Américas hemisféricas), la Carta de Jose Marti a los presidentes de las organizaciones de cubanos exiliados en Florida, 18 de marzo, 1893 resalta como algo particularmente especial. Esta observación se basa en el hecho de que el mismo archivo lleva el nombre, y fue llamado por, uno de los ensayos más famosos de Martí. Martí publicó ‘Nuestra América’ en 1891, después de haber vivido muchos años en los Estados Unidos. Como un cubano exiliado, Martí pasó toda su vida de adulto haciendo campaña para la independencia cubana del poder imperial española. Durante ese tiempo, produjo un conjunto de obra impresionante, incluyendo numerosos poemas, ensayos, y hasta una novela publicada por entregas. Regresando a Cuba para participar en una insurgencia armada, falleció en 1895 en el campo de batalla, a la mano de las fuerzas coloniales de España. Ahora es considerado el padre fundador del nacionalismo cubano, como también uno de los primeros participantes en la búsqueda de una identidad latinoamericana más amplia. Sin duda, es un personaje central en los estudios latinoamericanos, mientras que su obra lo ha colocado como una figura crucial dentro de aulas de historia y literatura, concernidas con las Américas. La biografía de Christopher Abel, José Martí: Revolutionary Democrat (“Demócrata revolucionario”), provee un análisis útil de su vida y su herencia (información bibliográfica se encuentra al fin de este módulo).
Bajo la autoridad de la Delegación del Partido Revolucionario Cubano (PRC), en cuya fundación participó, Martí escribió esta carta (que se encuentra en Rice University) en 1893, como un intento de levantar fondos para el periódico El Yara , publicado en Key West por un grupo de cubanos exiliados. Pasó sus últimos años de vida viajando por los Estados Unidos, Centro América, y el Caribé, obteniendo apoyo (monetario y de otros tipos) para lograr la soberanía cubana. Además, según C. Neale Ronning en José Martí and the Émigré Colony in Key West (“José Martí y la colonia de cubanos exiliados en Key West”), Martí mantenía una relación especialmente profunda con la comunidad cubana de Key West. Donando una suma significante de las arcas del PRC, Martí continúa su carta, pidiéndole al público que reconoce la necesidad de que El Yara y publicaciones similares se mantuviesen solventes. Estaba muy conciente de las dificultades inherentes en el mantenimiento de un periódico diario porque su propio periódico, Patria , había funcionado como un vehículo para los cubanos exiliados y desterrados que deseaban hablar en contra de las injusticias en su patria. La carta revela una fe profunda en la habilidad de los periódicos de poder unir a una comunidad y constantemente renovar la pasión revolucionaria: “Pero no le basta tomar esta resoluci[ó]n y fundarla; sino que quiere dejar aquí testimonio durable de respeto [a]las cualidad de desinterés y energía que han sido necesarias en el patriota cuyo espíritu alienta y mantiene ‘El Yara’ de Key West; para crear y salvar, con los costos y amarguras de un periódico de estricta honradez, el único periódico cubano que, sin m[á]s tesoro queel patriotismo ferviente de su redactor, lleva día [a] día [a]las emigraciones la voz de concordia, y [a] Cuba la voz de la revoluci[ó]n. ¡No se tenga miedo de honrar a quien lo merece!”
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